Por: Dianna Camila Dávila / El Quijote Online.
La
indignación crece, a la par de los sueños por transformar las realidades, anhelo que reposa en el corazón
de miles de Boyacences que empezamos a experimentar fatiga con la política tradicional
y arcaica representada por el popular TLC: Tamal Lechona Y Cerveza que sobra en
reuniones de tinte politiquero donde se cocinan los futuros voticos comprados.
Pero la
gente cada vez más toma conciencia de la necesidad de proponer algo distinto a las políticas lesivas de este gobierno
entreguista liderado por el ladino Juan Manuel Santos.
En lo que
concierne a lo local, a lo que en carne viva nos afecta a nosotros los nacidos
en la “cuna de la libertad”, el periodo del actual gobernador Juan Carlos
Granados comenzó con un regalito a espaldas de la ciudadanía: la venta de la
Empresa de Energía de Boyacá (EBSA) a un precio por debajo del valor real del
mercado, en lo que sin lugar a
dudas se convirtió en uno de los detrimentos patrimoniales más significativos
en la historia del departamento.
Y si de
malos recuerdos se trata, como olvidar la venta de Acerías Paz del Rio (hoy
Votorantim) que supuso el despido de 1300 trabajadores, la planta pasó de 2700
a 1390 empleados, la reducción de regalías transferidas al departamento y el
cierre de centros de salud financiadas por Paz del Río, en convenio con el
antiguo Seguro Social como las clínicas Belencito y Paz del Rio.
Para
complementar este marco de privatizaciones a espaldas de las mayorías
boyacences, el reciente incendio en el municipio de Nobsa, que ha destruído más
de 120 hectareas de bosques, se ha convertido en la comidilla preferida de
cuanto politiquero pulula en esta hermética y desigual contienda electoral, al
respecto cabe preguntarnos ¿no tuvimos suficiente con el desfile de
representantes a la Cámara, Senadores y diputados que hicieron de las suyas
para pescar en río revuelto durante el paro agrario del 2013?
Es momento
del verdadero cambio o sino el recuerdo de los paisajes y sus verdes, como he mencionado
de tiempo atrás, quedara solo en fotografías: es el momento del cambio, Boyacá no
merece que los mismos del contratico amarrado y los eternos concejales,
amangualados con los alcaldes de turno usufructúen nuestras finanzas públicas y
acaben con la posibilidad de empezar a generar dinámicas participativas que
devengan en una verdadera democracia directa.
Los
problemas ambientales, ciudadanos, de agricultura, salud, educación,
desempleo son graves y cada vez más
los campesinos optan, en mayor
cantidad, por migrar a las ciudades debido a lo poco rentable que resulta
sembrar, cosechar, construir.
¿Para donde
vamos? ¿cual será el rumbo de nuestra tierra libertaria pero que de libre no
tiene nada? ¿Boyacá y sus campos solo quedarán consignados de manera simbólica
e irrelevante en el himno nacional?
Es momento
de elegir, que no es lo mismo que optar, por candidatos alternativos en Boyacá
que renueven, refresquen y deconstruyan la política en el departamento, jóvenes
con espíritu de cambio, lucha, consciencia ambiental, amor por lo deliberativo,
lo propositivo y sobre todo arraigo por lo que nos pertenece a todos y todas:
nuestros propios páramos, parques, laderas, valles y alimentos que emergen en
las entrañas de nuestro hermoso territorio.
Somos
nosotros, somos toda esa gran capa
ciudadana indignada de la misma politiqueria y que, desde los partidos alternativos
a los de la coalición de gobierno nos lanzamos a la palestra pública con
excelentes candidatos que luchan
por los derechos, la soberanía del departamento.
Es el
momento de sembrar esperanza, no es verdad que no exista salida y que todos los
que intentan hacer política sean
corruptos y del montón. Hay por quien votar, y votar bien.
Se acabó el cuarto de hora de los mismos con las mismas: es el momento de votar
por candidaturas verdaderamente ciudadanas que emergen del epicentro de los barrios,
vecindarios y veredas con espíritu de cambio y deseo de transformar el estado
de las cosas. Los sueños y las tareas son múltiples, el tiempo es ahora, y como
diría Pablo Iglesias, líder de la agrupación política española Podemos “Soñamos, y nos tomamos muy en serio
nuestros sueños”.
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