Con las alertas tempranas se trata de anticiparse razonablemente a situaciones negativas a fin de evitarlas. Aquí un breve inventario de riesgos que es preciso conjurar oportunamente en relación con el plebiscito que se avecina.
Por: Luis I. Sandoval / El Espectador.
La perdida de favorabilidad del gobierno debilita la paz.La paz no es ajena al contexto gubernamental, societal e internacional. Lo mostró el tema de las cartillas con “ideología de género”. Tiene que ver con lareforma tributaria. Se aprecia en el tema de fronteras.Se ligará con el manejo de la problemática laboral y social.Las reformas que se emprendan no pueden ser en contravía de los acuerdos de paz. Si el gobierno acierta en estos asuntos reducirá la impopularidad que lo afecta en la hora presente. Distinguir entre la paz y el gobierno no lo acepta facilmentetodo el mundo.
Se dice que los acuerdosbenefician a los armados y no al país. La tenaz oposición adelantada contra el proceso, la timidez del gobierno en acreditar los acuerdos, la insuficiente información digerible sobre los mismos, la confusión que generan importantes medios de comunicación, están haciendo creer que es mucho lo que se concede a las guerrillas y poco lo que gana el país. Por eso hay que atender las propuestas del Consejo Nacional de Paz, las comunidades de fe, las universidades, los sindicatos, las ongs.La pedagogía sobre el proceso es apenas incipiente, está lejos de los retos existentes.
Partidos pretenden avasallar a sociedad civil. La audiencia pública el 8 de agosto en el Consejo Nacional Electoral fue decepcionante. Los partidos Liberal y de la U quieren acapararlo todo con la idea de un solo Comité por el SI. Están presionando para que así se establezca en la reglamentación. Dado que esta no es una votación para elegir gobernantes y repartir poder sino para tomar una opción histórica de sociedad debería facilitarse plenamente la libre expresión de la ciudadanía. No se puede encasillar a todo el mundo en un solo comité por el SI, seria contraproducente.
Tienden a traslaparse plebiscito ycampaña presidencial. Mucha gente, en todas lasvertientes políticas,estápensando en el plebiscito como una especie de primarias presidenciales. Ello solo redundará en mayor polarización yen hacer que el voto tome el carácter de premio o de castigo para el gobierno actual. Otro factor clave es el de la fecha del plebiscito. Este no se convocará mientras no esté firmado el Acuerdo Final, y las guerrillas no firmaran mientras no haya amnistía. Los insurgentes buscan seguridad jurídica y política para dar el paso definitivo e irreversible de dejar las armas. Ya debería estar tramitándose la ley de amnistía en el Congreso de la República. La demora y mutuo condicionamiento de los diferentes pasos desalientan a la opinión.
Otra alerta temprana acaba de hacerla la Misión de Observación Electoral MOE: 243 municipios con riesgo real y 53 de ellos con riesgo extremo para la votación.
Publicado el fallo de exequibilidad del plebiscito, la pelota pasa al Presidente y al CNE. De La Habana siguen llegando buenas noticias, ahora hay que hacerlo todo para que sea contundente la votación popular.
Esperar que el impacto de los hechos finales incline la opinión a favor del SI es razonable, pero no produce la certeza necesaria.Circunstancias colaterales pueden afectar el apoyo ciudadano, baste recordar la reciente votación en Inglaterra que perdió el Primer Ministro David Cameron. A pesar de los hechos en contravía de la paz, la gente del común quiere apostarle entusiastamente a la paz.
Presidente, no le tema al empoderamiento del pueblo, la paz es algo muy grande que merece todo el apoyo, generosidad y voluntad política.
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