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La disputa hegemónica, de las armas a las urnas

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Es ahora, después de un decenio, que la insurgencia subalterna descubrió que la disputa por la hegemonía era una tarea no cumplida, esto es, la dirección de la sociedad civil, y que aquí, el poder no nacía del fusil. La guerra popular prolongada no abría las puertas de las ciudades, y consagraba su triunfo.

Por: Miguel Angel Herrera / Semanario Caja de Herramientas

Adiós o rendición

Juanita León, activa periodista en su portal, lanza también útiles apreciaciones sobre el fin de la guerra para el espacio virtual del New York Times. La dejación de las armas por la insurgencia subalterna que el presidente Santos denomina entrega, selló un ciclo de disputa política, donde la legitimación del régimen era el asunto fundamental.

La foto con Rodrigo Londoño, luciendo la camiseta de Noruega/Norway, acompañado de una autoridad policial, con tres barras en la gorra, y una camarógrafa que parece ser de las Farc – EP, con un helicóptero emblemático detrás de los tres, tiene la fuerza de un editorial colorido que hace presente el tránsito de la pura creencia en que la dominación tradicional y carismática son suficientes para los subordinados.

Estos con los nuevos abanderados, que el 27 de junio hicieron su adiós a las armas, entran a exigir satisfacción a sus intereses postergados por siglos. Es el tiempo de la hegemonía, y la ciudad y el campo son los principales escenarios para materializarlo bajo una democracia de nuevo tipo, donde la igualdad social es el objetivo principal.

Una despedida anticipada

Santos, entrevistado por Blu, a apenas algo más de un año para el fin de su reelección, que como la de Uribe, estuvo fundada en un cohecho probado, dijo que él consumió su capital político por una causa histórica de largo aliento, y no por la ilusoria popularidad coyuntural, como la que obtuvo, por todos los medios, el más agresivo opositor de hoy, Uribe Vélez y su partido de bolsillo, cuando gobernó.

De otra parte, Santos insiste en que la razón de su estruendosa caída en las encuestas, igualmente, se debe a su firme compromiso con la paz, y no, en que la popularidad que mantiene, y que no supera el 20 por ciento, por el contrario obedece, precisamente, a la firme defensa de la paz neoliberal. Porque, y no es un secreto, que las encuestas que se aplican en Colombia, miden por lo general la percepción de la clase media, o lo que otros llaman los sectores medios, que claro son una parte significativa, pero minoritaria de la ciudadanía subalterna en nuestro país.

Sobre la paz querida, Pastrana y Santos jugaron sus cartas, pero en direcciones diferentes, mientras que las Farc - EP, antes y ahora, entendieron, con dolor, en un primer momento, que la guerra que libraban y su desenlace era otro, la conquista del poder político total, abierta por el poder de sus armas.

Es ahora, después de un decenio, que la insurgencia subalterna descubrió que la disputa por la hegemonía era una tarea no cumplida, esto es, la dirección de la sociedad civil, y que aquí, el poder no nacía del fusil. La guerra popular prolongada no abría las puertas de las ciudades, y consagraba su triunfo.

La lección histórica establecía que no era suficiente la derrota de la sociedad política en un acto de guerra de movimientos, o en uno a mayor escala, la guerra de posiciones, rompecabezas analítico que sepultó los arrestos analíticos no solo de Eduardo Pizarro, sino también de Alfredo Rangel, el hoy senador del Centro Democrático, especialista, dice, en temas de seguridad y democracia.

El economista de la universidad Nacional, que después de hacer un posgrado en estudios políticos fue impulsado por Enrique Santos Calderón, cuando dirigía El Tiempo, graduándolo de “especialista” en los asuntos de la guerra subversiva, ahora se dedica, con su jefe político, a denostar de la paz en curso, que anhelan sepultar, una vez triunfen en las elecciones de 2018.

Recordando de atrás hacia adelante

Pastrana perdió en ese juego, y San Vicente del Caguán, para el bloque dominante, fue un fracaso, porque se trataba de lograr la entrega de las armas por las Farc – EP, a cambio de promesas, que en nada se parecían a los acuerdos de San Francisco de la Sombra.

Vino entonces, el hacer de su detractor principal, Álvaro Uribe, hoy su nuevo mejor amigo, en lucha contra Juan Manuel Santos, quien sí logró pasar del muro de la legitimidad, la creencia/incredulidad de la insurgencia subalterna. Ahora dirigida por Timochenko después del asesinato de Alfonso Cano, quien en el análisis resolvió el entuerto del Caguán, pero no vivió para contarlo.

El tiempo de la disputa hegemónica

En el terreno de la sociedad la iniciativa la tiene el Gobierno nacional. Mientras tanto, las Farc – EP están pidiendo que liberen a todos los prisioneros, esto es los presos políticos de esta guerrilla, quienes siguen en las cárceles.

La sonrisa de Londoño, ex Timochenko, y su discurso del 27, es la otra cara, cuando dijo en su discurso que la insurgencia no desaparece, sino que se convierte en partido político. Timo, como le dicen algunos, encarando la vida de civil, con camiseta y botas pantaneras, habló delante de un grotesco monumento dorado artificialmente, un fusil de asalto que termina en una pala.

Es el emblemático regalo que le hizo el presidente, marcando el tránsito de la modernidad violenta a una tradición campesina inviable, la de la agricultura premoderna de pico, pala y rastrillo.

De otra parte, la Corte confirmó la legalidad de la representación de las Farc en el congreso, esto es, los 6 intelectuales, una mujer y cinco hombres, que llevan su vocería por el tiempo que resta de aquí al cumplimiento de los trámites legislativos pendientes, cuando el fast track se encuentra en aprietos.

La situación actual está afectada negativamente por los bloqueos dentro y fuera de la coalición de gobierno, esto es, los practicados por las alianzas congresionales de la reacción, el CD, y sus aliados circunstanciales, la derecha conservadora, el partido de la U, y algunos compañeros de viaje, el más notorio de todos, Cambio Radical, que tiene candidato presidencial propio, el exvice Germán Vargas Lleras.

En el horizonte inmediato, las Farc, desarmadas, entregadas las armas individuales y las caletas, a través de la palabra, y su disposición táctica vuelven a ser relevantes en la coalición que permita la derrota del partido de la guerra, que abra las puertas de la dirección hegemónica a las fuerzas sociales y políticas subalternas, agrupadas por necesidad, en un frente común, cuyos candidatos resultan de una consulta democrática sin exclusiones.

La disputa hegemónica por la democracia en Venezuela y Colombia: poderes constituyentes y constituciones

5:32:00 a.m. Add Comment


En el accidentado tránsito a la paz subalterna, se disputa y se trata de borrar, con artificios leguleyos, a la distinción fundamental entre poder constituido y poder constituyente. Ante ella que patinan más de uno de los estudiosos nacionales más connotados, pero con conocimiento de causa, y en defensa de sus intereses.

Por: Miguel Angel Herrera Zgaib / Semanario Caja de Herramientas

A la fecha, el presidente Nicolás Maduro ya entregó al CNE las condiciones que propone para elegir los miembros de la ANC. El documento lo recibió Tibisay Lucena, quien tendrá que organizar la elección de los 540 constituyentes, de los cuales 364 se elegirían directamente por los municipios.

Esto, claro está, si se acepta votando la propuesta el pueblo ciudadano, en el mes de julio de este año. Igualmente ocurrirá otra elección, de aceptarse la elección de gobernadores, cuya fecha propuesta también por el ejecutivo es el 10 de diciembre.

En ambas casos, el conductor activo es el poder ejecutivo al frente de la sociedad política en disputa de poderes públicos con el legislativo dominado por la MUD; mientras que la conducción de la sociedad civil, el escenario privilegiado del ejercicio de la hegemonía, está definiéndose en las calles, en las plazas, a través de movilizaciones y contra-manifestaciones, con la lucha antagónica de la MUD y el PSUV, quienes se acusan mutuamente de ser antidemocráticos.

La cuestión global y el socialismo del siglo XXI

En esa faena democrática, porque en ella están involucrados todos los venezolanos; en ese trajín, que no excluye víctimas de parte y parte, muertos y heridos, se lucha palmo a palmo, por dos propuestas de sociedad, la antigua y la nueva, que aún no ve la luz del todo.

Es claro por qué. No le ha sido posible, a Chávez y sus herederos, salir de la tenaza tramposa, aleatoria de la renta petrolera, sujeta al vaivén de los oligopolios financieros, y el dumping estadounidense. El establecimiento, cabeza del político-militar del imperio global, logró, conducido por el gobierno Obama, desequilibrar los precios internacionales del crudo.

Claro está, combinando “todas las formas de lucha”, incluido el chantaje de la defensa militar del capitalismo; y como si fuera poco, en sordina con su aliado, el rico Epulón saudí, el clan Saud, que paga caro su papel de centinela del Medio Oriente, para disfrutar a sus anchas de la riqueza nacional presente en el subsuelo de la península.

En particular, en la guerra de posiciones democrática, al acudir a la fórmula municipal para definir las circunscripciones electorales, dice el bloque reaccionario de la MUD, que se afecta negativamente a la población de la ciudad de Caracas, que tiene más de 6 millones de habitantes.

Aquí está la mayor concentración de clase media, desde los tiempos del dictador Marcos Pérez Jiménez, y es el bastión de la protesta anti-chavista, junto con dos fortalezas relativamente fuertes, emplazadas en los estados de Miranda, que recuerda al detractor de Bolívar en la guerra de independencia de España, y Táchira, vecino de Colombia, y conectado con los ejercicios mafiosos y de comercio ilegal de “toda la vida”.

El combate por el control de las ciudades

Sin embargo, al estar Caracas dividida en 7 municipios, solamente elegiría a 7 constituyentes, mientras que, por ejemplo, dicen los críticos, el estado Zulia, al tener 22 municipios, elegiría a 22 constituyentes tiene una población que no supera los 2,3 millones de habitantes.

Es decir, la proporción que resulta con estas circunscripciones es de 3/1, en perjuicio del potencial votacional de la capital, donde la oposición es mayor, mucho más activa y beligerante. Esto lo saben muy bien, tanto el bloque dominante como el opositor que combaten por el control y la dirección de las superestructuras complejas, esto es, la sociedad política, y la sociedad civil, el lugar privilegiado de la construcción y defensa de la hegemonía.

Caracas no puede caer otra vez, bajo la intentona de control por parte de las “guarimbas”, que en su tiempo denunció el Comandante Chávez, y que llevaron a la condena de Leopoldo López, líder de la táctica de choque frontal contra el régimen de raigambre nacionalista popular.

Por eso, éste bloque tiene organizada su milicia interna, los grupos barriales que se formaron desde cuando se sacó a Chávez del poder por unas horas, y regresó triunfante, poniendo a raya a los golpistas.

En esos episodios se probó la fuerza de la alianza cívico militar que lo trajo de vuelta a la presidencia, desde el fuerte Tiuna. Desde esos días se proyectó la figura de Diosdado Cabello, quien, con el correr de los días, se desempeñó por un tiempo como presidente de la asamblea nacional.

Hasta que el PSUV fue derrotado en la elección legislativa. Entonces crecía la curva del desabastecimiento en la capital, y la clase media, quizá la más consumista de Suramérica, empezó a vivir tales restricciones.

El fiel judicial de la balanza política

“Ni el fiel del peso, ni la lengüeta de la romana...”

Hecho el anuncio de la asamblea constituyente, dos miembros del Tribunal Supremo de Justicia, Danilo Mojica y Marisela Godoy, manifestaron su disenso frente a la convocatoria hecha por el ejecutivo venezolano. En materia constitucional, ambos aducen, que esta convocatoria al omitir el referéndum consultivo previo viola la soberanía popular, y, además, piensan ellos, políticamente, que tampoco resolverá la crisis actual.

Queda claro, así, que hay una resistencia creciente, pero no decisiva, al interior de la rama judicial del poder público/político, que por lo pronto es el fiel del peso hegemónico construido durante los años de la prosperidad petrolera, que acompañó los dos primeros gobiernos de Chávez.

Hasta que hubo la destorcida, la recesión económica estadounidense de 2008, cuando Obama hizo todas las maromas financieras, con tal de sacar a flote a los grandes capitales, golpeando de paso el mercado internacional del petróleo, y uno de sus principales abastecedores internos, Venezuela, en forma directa, y con su cadena de distribución al detal, Citgo.

Veamos con más detalle el entramado de los poderes que tiene la Constitución vigente desde 1999.Al revisar la carta bolivariana, Capítulo III. De la Asamblea Nacional Constituyente, esto dicen, respectivamente los artículos pertinentes:

347. El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una asamblea nacional constituyente con el objeto de transformar al Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.

348. La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrá hacerla el presidente o presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; los Consejos municipales en cabildos, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; y el quince por ciento de los electores inscritos o las electoras inscritas en el registro electoral.

La nuez del almendrón: el poder constituyente en vilo

Los magistrados que están en sintonía coyuntural con la MUD, lo mismo que la Fiscal, quien se atrevió a destapar, por fin, sus cartas, junto con el coro internacional de constitucionalistas liberales y ultraconservadores. A quienes se une el especulador político y comercial, Donald Trump, cabeza reaccionaria del gobierno estadounidense, insisten en el tenor literal del artículo 347, donde se establece que el pueblo “puede convocar una asamblea nacional constituyente”.

Sin embargo, el bloque dominante, el chavismo organizado como PSUV, con su presencia en la rama ejecutiva y judicial, a su turno, lo hace, en la lucha constitucional, basado en el artículo 348, que a la letra dice también: "La iniciativa de convocatoria...”podrá hacerla el presidente...”

Aquí queda, entonces, claro también, que el régimen venezolano es presidencialista como todos los de América Latina. Y, por supuesto, también la “democracia” estadounidense, el papá de “todos los pollitos”, lo es igualmente.

Aquí conviene recordarlo, el pueblo votante fue sometido al resultado no democrático, en fecha reciente, de los colegios electorales estatales; sin tomar en cuenta el voto universal y directo, que de ser el mecanismo válido para elegir, le hubiese dado el triunfo a Hillary, pero no fue así. Y los defensores de la MUD “democrática”, con el constitucionalista Vivanco y el secretario de la OEA, Almagro, nada dicen al respecto de la antidemocracia, del presidencialismo estadounidense.

El presidente Obama, como su sucesor Trump, fueron electos en forma indirecta, no democrática, de manera elitista, por los delegados estatales. Luego, cuál es el alegato hipócrita de democracia, cuando ahora, la mitad de los delegados constituyentes que se propone elegir el bloque dominante, el PSUV, en disputa hegemónica, lo serán en forma distinta al voto universal, haciéndolo desde las circunscripciones locales y regionales.

Venezuela no es, como tampoco Colombia lo es, un régimen parlamentario, ni semi-presidencial hasta el día de hoy. Estas democracias representativas nunca han renunciado a la "dictadura legal" del poder ejecutivo dentro de los marcos de la constitución.

Jamás ninguno ha renunciado al uso del “estado de excepción”, como lo ha estudiado, entre otros, el filósofo Giorgio Agamben. Es lo que hacen, mediante el uso de decretos, y órdenes ejecutivas, Trump, Maduro, Uribe Vélez, Santos. ¡You name it!

¿Cuál presidencialismo es “más democrático”, Colombia o Venezuela?

Volvamos con la causa de Venezuela y los subalternos. Al hacer la anterior lectura, Maduro y el Consejo de Ministros, tomaron una de las vías que los autoriza la Constitución Bolivariana, que ponderan “tirios y troyanos”.

Para hacer la convocatoria sin violar lo dispuesto por la Constitución vigente. No queda claro entonces, cuál es el reclamo jurídico constitucional de los dos magistrados, en el sentido de que tiene que haber un referéndum consultivo previo.

Y, por el contrario, sí su posición, en la disputa del orden político vigente, en tensión, por la “lengüeta de la romana democrática”, que se define conforme a la relación de fuerzas sociales, políticas y militares, como lo escribiera Antonio Gramsci en sus borradores de la cárcel. Tal y como lo prueban, en este caso, las calles, plazas, y los actores internacionales.

Y no, todavía, a través de las operaciones militares “restaurativas”, por tierra y aire, como ya ocurre, de modo catastrófico en Siria, Afganistán e Irak, dizque liberadas por la intervención y ocupación estadounidense; y las acciones “terroristas” punitivas contra la población civil, en las que se inmolan sus ejecutantes, al interior de los países que las apoyan.

Países que no han sido capaces, sus gobiernos, de resolver el problema del ghetto sobre Palestina, que ya cumplió más de medio siglo, mucho más que la duración de la guerra social campesina, de resistencia e insurgencia subalterna de Colombia.

Es probable que dicha interpretación sí tenga forzosa aplicación en otros escenarios constitucionales. Tal es el caso del colombiano, donde, las propuestas de convocatoria para una asamblea constituyente, no son democráticas. Aquí no se pueden realizar de manera directa, porque están sujetas al control del Congreso, como en particular ahora, se puso de presente, y se viene debatiendo.

Una vez que el Congreso autorizó por mayoría el fast track, para un caso específico de reforma, en el tránsito de la guerra a la paz, vino la disputa abierta con la Corte Constitucional, que de manera circunstancial cambió su composición.

El fiel de la balanza se inclinó del lado de la reacción con el voto decisorio del magistrado Correa, quien vino para quedarse. Aunque la magistrada Fajardo sea ahora la nueva elegida, a contramano de Motta, quien pondría en términos de fuerzas políticas, como es sabido, una relación de 6 a 3, en favor de la coalición reaccionaria al interior de la Corte.

Sabido es, que la otra rama del poder público, que, en últimas, representa la Corte Constitucional, aduce, que el poder legislativo no puede ser excluido de la deliberación y de la reforma. Esto quiere decir, en buen romance, que el poder constituido, y no el constituyente, es el que, por lo pronto, manda en Colombia, desde 1991.

Aunque en la letra constitucional parezca decirse lo contrario, cuando cualquiera lea “de carrerita”, el artículo 3o., que dice, “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo...”. Porque la reglamentación posterior de la participación política conculcó al pueblo soberano el poder constituyente sin cortapisas. Eso fue tarea del magistrado liberal, José Manuel Cepeda, y su corte, donde las mayorías estaban bajo control del gavirismo.

La corte constitucional, la mayoría alega, que no puede haber sustitución de la constitución en ningún caso. Esto es, de antemano, confirma la cortapisa jurídica, la triquiñuela “leguleya” de encarcelar el poder constituyente, que, entonces, no podría de manera directa, sin aduana legislativa o judicial, auto-regularse, darse sus propias leyes. Esto es, que, en apariencia, estaría propiciando la acción violenta, el asalto al “palacio de invierno” como última ratio.

Sabido es que el magistrado Carlos Bernal, quien inclinó la balanza en favor de la reacción constitucional, otra cosa había dicho y escrito en público hace dos años, en una publicación especializada, cuando se refería a la relación del poder ejecutivo y la constitución, para ejercer el fast track, el uso real de las leyes habilitantes, de las que tanto fastidia su uso por Maduro, en Venezuela.

Pero, no antes, su empleo indiscriminado por ex Uribe Vélez, en tiempos de la “seguridad” democrática, y el para-presidencialismo de excepción que se resiste a morir. El programa de gobierno que perdió la guerra contra la insurgencia subalterna, y de paso, la memoria. Ahora la MUD, como el Centro Democrático, anhelan, insisten en "hacer la contra-revolución por decreto," o en último caso, por vía de la mayoría legislativa.

Democracia y liberalismo, más allá del progresismo

En últimas, lo que aquí se argumenta para Colombia, por el bloque reaccionario que ahora tiene mayoría en la Corte Constitucional, porque así lo quiso Santos, el “presidente táhur”, es para ponerle freno al acelerador de la paz, mientras que en Venezuela, es para desmontar lo conseguido por el progresismo socializante de Chávez/Maduro.

Lo que alega el bloque reaccionario, en connubio con la derecha guasona, es que los órdenes constitucionales modernos siguen teniendo cláusulas pétreas, pero, en este caso, no corresponden al denominado bloque de constitucionalidad que salvaguarda los derechos fundamentales contra el ejercicio discrecional de los estados de excepción.

Hoy por hoy, se quiere insistir en que las cláusulas pétreas son las que garantizan los denominados checks and balances en favor de los poderes constituidos, los factores reales del poder burgués y terrateniente, con sus aliados imperiales externos.

Estos son los cantos de sirena, en favor del poder constituido, para asfixiar en la cuna cualquier reforma progresiva, cualquier infante democrático. La que permita afianzar la paz, que en el caso colombiano no es la de los cementerios, aunque se contabilicen ya millones de muertos, y millones más de víctimas del desplazamiento y el exilio en las fronteras de Venezuela, Ecuador, y Brasil.

Es la cuota de sangre, dolor y lágrimas pagada por los subalternos sociales e insurgentes, a lo largo de más de medio siglo, por la que ahora pasan la cuenta al corrupto, impune, esquilmador país político.

Tal es el caso de Colombia, y así aparecen, por fin con perfiles definidos, las tensiones existentes entre las lecturas reaccionarias, liberales y democráticas de la norma de normas vigente desde 1991, afectada ya por un sinnúmero impune de remiendos.

En resumen

En el accidentado tránsito a la paz subalterna, se disputa y se trata de borrar, con artificios leguleyos, a la distinción fundamental entre poder constituido y poder constituyente. Ante ella que patinan más de uno de los estudiosos nacionales más connotados, pero con conocimiento de causa, y en defensa de sus intereses.

En cualquier caso, en la palestra está el centenario debate casi, entre lo argumentado por Hans Kelsen y lo dicho por Carl Schmitt, pero ahora, tanto en Venezuela como en Colombia, tiene a millones de subalternos movilizados, en las ciudades venezolanas, y en el campo colombiano.

A este campo, los subalternos en resistencia durante más de medio siglo, empiezan a unirse con relativa timidez, los contingentes urbanos, que por estos meses le pasan la cuenta al gobierno liberal de derecha de Juan Manuel Santos, y a su candidato, Germán Vargas Lleras, en cuyo altar electoral se han consumido billones sustraídos a la guerra; mientras se sigue pagando al capital financiero jugosos dividendos extraídos a la riqueza social producida por los trabajadores del campo y la ciudad.

Venezuela, el incierto curso de una crisis de hegemonía ejemplar

10:14:00 a.m. Add Comment

En las calles, unos y otros hacen ejercicios de democracia directa, en los que no pocas veces se enfrentan violentamente los defensores de la llamada revolución bolivariana, que, sin embargo, no ha tocado la estructura de la propiedad privada, de modo general, pero que sí redireccionó el destino de la renta del petróleo.

Por: Miguel Angel Herrera Zgaib / Semanario Caja de Herramientas

En conmemoración de los 80 años de la
muerte de Antonio Gramsci, 1937 – 2017

En términos de Antonio Gramsci, Venezuela experimenta el devenir de una específica crisis de hegemonía. Esta tiene que ver con la puesta en situación de la revolución bolivariana, un proyecto que se encuentra en la encrucijada y que arranca como experiencia de gobierno con respaldo de las mayorías subalternas en 1999.

Y es una revolución en la medida que esta rebeldía multitudinaria fue capaz de movilizar con la dirección del comandante Chávez, indultado por el presidente Rafael Caldera, a las masas populares, convirtiéndolas en activas, luego del desastre del frente nacional venezolano gobernante, corrompido por la distribución caprichosa, desigual, y delincuencial de la renta petrolera.

La clase media, en varios de sus estratificaciones, y algunas franjas subalternas descontentas se enfrentan en las calles con la sociedad abigarrada que puebla los altos de la ciudad de Caracas, quienes por doscientos años rodean con sus cinturones de pobreza, a las clases descontentas, y a las capas ricas que corrientemente ocupan los lugares mejor dotados de una capital segregada; ahora sacudida por marchas y contramarchas en las últimas tres semanas.

¿Democracia directa?

En las calles, unos y otros hacen ejercicios de democracia directa, en los que no pocas veces se enfrentan violentamente los defensores de la llamada revolución bolivariana, que, sin embargo, no ha tocado la estructura de la propiedad privada, de modo general, pero que sí redireccionó el destino de la renta del petróleo.

El comandante, nacido en Barinas, con núcleos rebeldes dentro de las fuerzas armadas, se dispuso, en forma clandestina, a mejorar la condición de los pobres y pobladores de las barriadas deprimidas de la gran ciudad, y de otros estados, la mayoría, para quienes la derrama de la bonanza de muchos años jamás llegó. Atesorada descaradamente por las burocracias del bipartidismo, y de los obreros de la industria del petróleo y sus derivados, cooptados, transformados y corrompidos sistemáticamente.

Estas multitudes en rebeldía, que ahora resisten a los miles de miles movilizados por la MUD son las mismas que bajaron un día, y saquearon a Caracas, hambreadas por las políticas del adeco Carlos A. Pérez. Hoy la MUD busca dirigir en su heterogeneidad, a los sectores medios de la sociedad venezolana, y reposicionar a la gran burguesía que se afianzó históricamente a partir del pacto de punto fijo, del año 58.

Una lección para no olvidar

“Hay más de 10 millones de colombianos exiliados por hambre, miseria y desempleo”.

Nicolás Maduro, ET, 21/04/2017, p. 2.

“Estamos muy preocupados por Venezuela”.

Nikki Haley, presidente del Consejo de Seguridad de la ONU.


Los dirigentes que hoy demandan “democracia”, en su sentido estrecho, en términos de representación, y de respeto a la división liberal de los poderes reales, Capriles, Borges, López, Machado, y Luis Florida, diputado presente hoy en Bogotá, en su campaña de denuncias, tienen un mal antecedente, el golpe de estado, perpetrado y fracasado en el año 2002.

Es un pésimo antecedente porque contrasta con otro intento de golpe en la tierra de Bolívar, el que ensayó Hugo Chávez y otros subalternos del ejército venezolano, y que decidieron parar, para precaver un baño de sangre innecesario, en razón de las resistencias encontradas, incluso por sectores de las propias fuerzas armadas.

Hecho lo cual, el golpista Chávez se entregó, y pagó varios años de cárcel, sin huir a otro país. No sucedió así, con quien se convirtió en un presidente fugaz del otro golpe, el reaccionario, quien huyó a Colombia, cuando la restauración se hundió por la tenaza que le impusieron las multitudes bajadas de las laderas inhóspitas y los militares fieles al presidente Chávez.

Operación ésta en la que se destacaron militares de rango intermedio como Diosdado Cabello, y otros que hoy son figuras del PSUV, entre los que, por supuesto, descuella quien era un dirigente sindical del sector transporte público municipal, Nicolás Maduro.

Es el mismo que hoy responde al presidente de Colombia, que denuncia en público lo que llama el fracaso de la revolución bolivariana. Le riposta diciendo, que en Colombia todo es privatizado, todo es para la oligarquía, nada para el pueblo”.

Con el acuerdo de Punto Fijo, los sectores organizados de obreros, burgueses, y pequeño burgueses, pusieron de patitas en la calle al dictador Marco Pérez Jiménez, un modernizador, al estilo que lo fueron, mientras pudieron, Juan Domingo Perón y Getulio Vargas. Este acuerdo con la hegemonía de la burguesía liberal y conservadora es el que aún no acaba de morir en la Colombia del otro lado de la frontera, sino que se prolongó a través de una guerra de más de medio siglo, que se sumó a los 100 años de soledad novelados por Gabo, en su obra inmortal aparecida, casualmente en 1967.

Pero, esta vez, las fuerzas no son las mismas. Las que son contrarias a los nuevos intentos de golpe, y que aspiraban en el curso creciente de las movilizaciones llegar a la Defensoría del pueblo, el pasado miércoles 19 de abril. Porque hay un sector popular heterogéneo, y son millones, quienes fueron beneficiados de algún modo con la redistribución de parte de la renta petrolera, de la tierra inculta o mal cultivada en algunos estados deprimidos en lo económico, cuando la bonanza lo permitió.

Ahora, ese flujo de caja está suspendido, y el gobierno del PSUV ha tenido que acudir a los préstamos extranjeros, mientras se beneficiaba de una nueva subida de los precios del crudo. Y a raíz del intento, en parte exitoso del dumping petrolero que prohijó el gobierno Obama, poniendo a circular en el mercado global al oro negro obtenido por vía del fracking. Lo cual no duró hasta hoy, porque los costos de producirlo son insostenibles a largo plazo. Pero, en cambio, sí logró hacer dura mella en los estados en rebeldía contra el oligopolio imperial del mundo.

Una sucesión presidencial mal concebida, y peor ejecutada

En el ocaso de la vida del comandante Chávez, de la cual aún se especula, insistiendo que fue envenenado, como él mismo trató de probarlo, en relación con el deceso del libertador de las cinco repúblicas, hubo primero que hacer arreglos con sectores capitalistas que los críticos agrupan en la Bolinburguesía. Lo cual le puso frenos al proceso del socialismo del siglo XXI. Todo para garantizar viabilidad a los triunfos electorales, ante la precaria transformación del sector real de la economía venezolana, donde era costumbre subsidiarlo e importarlo todo.

Sin que las misiones cubanas pudieran realizar cambios en términos productivos en el aparato oligopólico de la precaria industria venezolana, concentrada en lo fundamental en prestar y extender servicios básicos a las poblaciones pobres y segregadas de la república hermana, en un ejercicio parecido al que cumplieron en Angola, solo que allí tenía que librarse en paralelo una batalla cotidiana contra las fuerzas contra-revolucionarias. De aquella empresa fue emblemático el caso del fusilado General Ochoa.

De este modelo imposible, por su condicionamiento exterior, fue beneficiaria la burguesía colombiana en grado sumo, hasta el punto de ser Venezuela el segundo destino de sus exportaciones, que hubo momentos en que ascendieron a 8.000 millones de dólares, en los tiempos del presidente Álvaro Uribe.

Al mismo tiempo por años y años, hubo millones de colombianos aprovechándose de la bonanza petrolera, primero; viviendo una doble vida a lado y lado de la frontera, y haciendo negocios con la reventa a cuenta-gotas y en grandes cantidades en Colombia. Era una situación muy parecida, a las poblaciones de las dos Alemanias, que trabajaban en un lado, y comía y dormían al otro lado de la frontera trazada por el triunfo aliado de la II Guerra Mundial.

Pero las elecciones, con las mayorías subalternas organizadas, y movilizadas alcanzaron para elegir a Chávez varias veces, y con cierta precariedad al sucesor, Maduro, a quien Chávez escogió a dedo, atendiendo al círculo de consejeros más cercanos a él, desde el golpe fallido contra su primer gobierno.

Estas decisiones se granjearon la marginación de equipos intelectuales y políticos valiosos. Hasta que el cáncer del comandante lo hizo todo urgente, y la oposición escudándose en la Constitución Bolivariana pudo reponerse, y abandonar la fórmula de choque que puso a Leopoldo López en la cárcel, al tratar de estimular las guarimbas con piquetes armados, para tratar de ponerle “tatequieto” a las milicias bolivarianas que fueron apareciendo en los barrios más proclives al chavismo en la ciudad de Caracas.

De ese modo, la mesa de la unidad democrática, como se autodenomina la MUD, puso al frente al dirigente moderado, Capriles, y colocó en un segundo plano a María Corina Machado, de Vente Venezuela, de la misma línea que el encarcelado Leopoldo López, y en la dirección de las fuerzas congresistas al adeco Ramos Allup, con quienes conquistaron las mayorías en el poder legislativo.

El devenir de la crisis de hegemonía

“He recibido por varias vías sus mensajes, y les digo, esa es la única vía (el diálogo)”.

Nicolás Maduro


Las movilizaciones del jueves pasado fueron neutralizadas, al ponerse en la calle los efectivos de la guardia nacional, y la policía, luego que el comandante de las fuerzas armadas, el general Padrino pusiera en claro su lealtad al presidente Maduro.

Era ya la sexta convocatoria sucesiva, con apoyo en un sector mayoritario de países representados en la OEA, y donde Colombia, cada vez más, ha subido la voz, en sintonía con el gobierno de Donald Trump, que tiene en el canciller Luis Almagro su guante de seda blindado, para reclamar el cumplimiento de la Carta democrática que no se aplicó en los otros países, cuando los que caían eran gobiernos progresistas. Ahí quedaron a la vista los gobiernos de Honduras y Paraguay para refrescar las memorias más calenturientas.

Se han adelantado las misiones de buena voluntad internacional, con la mediación incluso, desde la distancia, del papa Bergoglio, quien conoció en su propio pellejo lo que fueron las dictaduras militares, cuando se dieron los golpes de estado que empezaron en el lejano 1955, y lo que vino después, cuando volvió a producirse el extrañamiento del peronismo con y sin Perón.

Pues, bien, el pasado sábado, luego que se contabilizaron nuevas muertes de parte y parte, siempre con disputa sobre los verdaderos autores de las mismas, se convocó la séptima movilización en la disputa por el control de las trincheras y casamatas de la sociedad civil venezolana, precavida la oposición de las divisiones que hay en el campo subalterno, donde las erráticas ejecutorias del gobierno del PSUV, han afectado a capas sensibles de la población favorable todavía al experimento del socialismo con capitalismo rentista, que sigue siendo la base real de la maltrecha economía venezolana.

Sin embargo, como lo recuerda Gramsci, en unas notas de los cuadernos de la cárcel escritas entre los años 1932 – 1934, en el análisis de situaciones, las relaciones de fuerzas sociales y militares están siempre mediadas por las políticas, aunque las militares sean las inmediatamente decisivas. A la vez que es relevante entender que se libra en América Latina, y en Venezuela en particular una guerra de posiciones democrática, cuyo desenlace nos afecta y afectará a todos, y en primer lugar, a Colombia.

De ahí que Santos se deslice ahora del escenario del mejor amigo al enemigo descubierto disfrazado con el ropaje de la “democracia representativa”. Y, claro, es explicable que Maduro le cante la tabla, y lo amenace revelando “toda la verdad sobre el proceso de paz”.
Pero, es en la calle y en los cuarteles, donde avanza la crisis de hegemonía, y la disputa ya adquirió dimensiones locales y globales. Esta situación local y subcontinental la seguiremos analizando durante las jornadas del VIII Foro Palabra y Acción, a las que los invitamos a todos nuestros lectores. Que este escrito les sirva como antesala.

En Siria, terror de parte y parte ¿quién responde?

7:18:00 a.m. Add Comment

Donald ensaya de nuevo el estímulo a la economía de guerra, lejos de su territorio, relanzando el complejo industrial militar, que es una forma de reactivar la economía estadounidense en déficit desde fines de los años 60, y que ha vivido como parásita de las economías productivas.

Por: Miguel Ángel Herrera Zgaib / Semanario Caja de Herramientas

La situación de Siria, en los términos de hoy, presenta tres fuerzas en efectiva, y brutal disputa. Las que ahora están rompiendo todos los límites de la prudencia, para definir quién domina esa posición estratégica en el Medio Oriente. 

El ambiente se parece, con todo el dolor del mundo, a las películas del Oeste americano, las que van de los clásicos de John Ford, a la que protagonizó Clint Eastwood, “Lo bueno, lo malo y lo feo.”
Dándole vida, Mr. Donald (Trump), a los western made in Spain. Porque fue desde Cádiz, desde donde dos barcos de guerra lanzaron 58 misiles retaliatorios contra la base aérea de Shayrat en cercanías de Damasco. No se sabe todavía si don Mariano fue notificado, o se hizo el de la vista gorda.

Los tres actores

Ellos son el régimen de Bashar al Asad, continuador de su padre, que cuenta con el apoyo manifiesto de la Federación rusa, que tiene dos bases, una militar en Tartus, y otra aérea en su territorio; la denominada resistencia siria, de la que hace parte de modo principal Al Nusra, que fuera una antigua fracción de Al Qaeda, que cuenta con el soporte principal de los Estados Unidos y Gran Bretaña; y los combatientes del Estado Islámico, ISIS, que en la vecindad, en Iraq, intentan recuperar territorio perdido, haciendo operaciones de comando en Tikrit.

En el día del jueves, en la madrugada, a eso de las 4 am., cuando Mr. Trump realizaba una visita a la Florida, vino de su residencia de West Palm Beach, la autorización de bombardea con misiles Tomahawk, según dicen las agencias noticias. Lanzados desde dos destructores, uno de ellos el US Ross, barco apostado en España, lo cual fue posible cuando se permitió el establecimiento de bases por parte del gobierno del socialista Felipe González.

Estos misiles, más de la mitad, destruyeron la base aérea siria de Shayrat, una de varias que están apostada en la ciudad de Homs, en un territorio relativamente vecino tanto de Israel como de Líbano. Estas fueron construidas desde que en la guerra, Israel anexó las alturas del Golán desde los años 60, que es fuente principal de abastecimiento de agua para ese país.

El cowboy desenfunda su arma “justiciera”

La razón para atacar ésta y no otra de las bases, una de las cuales es rusa, según se ha dicho por Rex Tillerson, y el general Mattis, encargado de la defensa, es que de allí partió el o los aviones que bombardearon con gas Sarin, según fuentes turcas, que examinaron a tres sirios afectados por aquellos ataques del martes, o un agente neurotóxico similar, a la población civil.

Entonces produjeron la muerte de 86 personas, entre niños, y adultos, complementada la información con las imágenes desgarradoras que la prensa colombiana se autocensuró y no difundió, pero que en las redes circularon libremente. Están conmovieron a Trump, quien dijo durante la rueda de prensa en Florida “algo habrá que hacer con Al Asad”.

Hace tres días empezó esta campaña de imágenes para denunciar la barbarie del gobierno sirio, y sensibilizar a la opinión global. Es un gobierno autoritario que con el apoyo de otras fuerzas trata de tomar control militar de todo el territorio, que le disputan en porciones los rebeldes, y los combatientes del Estado islámico.

Esto ha producido un éxodo directo e indirecto de sirios que ya supera los 5 millones, cercano ya al desplazamiento producido en Colombia, con las campañas de terror y despojo, cumplidas en lo fundamental por los paramilitares de las AUC, con la complicidad manifiesta de los cuerpos del Ejército y la Policía Nacional, y de lo que aún no se recupera el país.

De Bagdad a Mosul, un polvorín

El escenario de la guerra más cruenta es Mosul, donde están presente unidades de combate de tierra de los tres poderes ya señalados. Hay unidades de Iraq, Chiítas que apoyan a Al Asad, y quienes dominan a la minoría sunita, después que fue despojada del poder, por la invasión, sin autorización de la ONU, lanzada por G.W. Bush/Cheney. Ella concluyó con el asesinato de Saddam Hussein, y el destape de la mentira que involucró al general Powell.

Entonces la pretensión era que este sujeto tenía armas químicas, porque las utilizó en la guerra contra Irán, y las había utilizado contra sus rivales dentro de Iraq; pero ninguna de las inspecciones antes y después de su derrota y eliminación lo probaron. Fue un engaño para apoderarse de los depósitos de petróleo, por compañías estadounidenses, del antiguo grupo de las siete hermanas, junto con empresas de Francia y Alemania, quienes desde entonces se lucran de ese desenlace.

Mr. Trump había hecho con sus asociados, acuerdos, parece, por debajo de cuerda, con el gobierno de Putin, aliado y sostenedor principal de Siria, que también encuentra soporte en la China. Da la casualidad que Trump se había reunido con el presidente de China, de vista en la Florida, antes de lanzar el ataque de escarmiento “quirúrgico” contra la base aérea de Sharyat, según se jacta el Pentágono, con precisión notable para acabar con el transporte letal del gas sarin.

Así las cosas, el hecho es que cuando menos murieron 11 personas, entre ellas el comandante de la base aérea. Donald dio un reversazo de su política con Rusia, que lo alejaba de la contención y castigo de que era objeto por parte de la UE y Estados Unidos, por haberse apoderado de Crimea, y hacerlo con cálculo de Ucrania. Ahora, Putin le respondió diciendo que las fórmulas de contención acordadas no van más. Más aún, que es posibles que los militares de lado y lado se encuentren en los campos y ciudades demolidas de Siria.

Vuelve y juega la seguridad nacional

La mesura se fue a “los infiernos”, pues Trump atacó al aliado de Rusia, y parece que con la no resistencia de China, puesto que están de visita Xi Jinping y su esposa Peng Liyuan.

Antes la diplomacia rusa había pedido una investigación imparcial de lo sucedido en dicho ataque contra la población civil. Lo cual sonaba como excusa para el gobierno sirio, quien alega ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que no había utilizado ningún ataque químico, sino que, al contrario, tal gas venenoso había partido de un depósito que era objeto de ataques por Siria en la recuperación de Mosul.

El argumento para este intempestivo cambio de libreto es, según Trump, porque: “Es en el interés vital de la seguridad nacional de EE.UU., prevenir y disuadir la difusión de armas químicas mortales”. Eso quiere entonces decir ¿sí autoriza el uso de armas químicas no mortales? ¿Cuáles serían esas, Mr. Trump?

Cambiando las reglas, dentro y fuera de Estados Unidos

Esta retaliación vino de parte de las naves estadounidenses que patrullan en Mediterráneo, ordenada por Trump y su clique militar. Pero, los republicanos cambiaron las reglas del senado, para confirmar al juez Neil Gorsuch, postulado por Donald Trump, evadiendo el bloqueo ejercido por los demócratas de su nominación. Así quedó preparada la impunidad en el frente interno, para luego lanzar el ataque aéreo de imprevisibles consecuencias. Aunque antes de hacerlo advirtieron en secreto, se supone, a las fuentes militares rusas, que pudieran estar asesorando al gobierno sirio en la base militar de Shayrat.

De ese modo, Trump, el cazador del arca perdida, “mata” varios pájaros de un solo tiro ad portas de la semana santa en la hollada tierra santa de la cristianidad, y los otros credos monoteistas. Por una parte, prueba que tiene independencia frente a los arreglos y colaboraciones de Putin y sus hackers con su triunfo contra Hillary, a quien desacreditó con todas las formas de lucha a su alcance; cumple con el anuncio que Obama era débil frente al tratamiento de la crisis en Siria, que amenazaba pero no cumplía, apoyando a quienes son sus aliados internos.

De paso Trump le da seguridades a Israel, gendarme occidental en el Medio Oriente, y quien sigue construyendo asentamientos con desenfado. Para levantar un muro armado preventivo, ante un posible triunfo del gobierno de Siria, con el riesgo de los apoyos de Irán, los chíitas del Líbano, a su causa, como rivales que son de los sunitas, desde los tiempos que Saddan gobernaba a Irak.

Así fue que estadounidenses y británicos, con su agresión ilegal y contraria al derecho internacional, fijaron las condiciones para el posterior nacimiento del Califato islámico, ISIS, un compuesto explosivo de creyentes sunitas en Irak y alrededor del mundo, y militares de diversos rangos expulsados y/o perseguidos con la caída de aquel presidente.

El minotauro se alimenta de una posible guerra

Pero lo que es más importante, Donald ensaya de nuevo el estímulo a la economía de guerra, lejos de su territorio, relanzando el complejo industrial militar, que es una forma de reactivar la economía estadounidense en déficit desde fines de los años 60, y que ha vivido como parásita de las economías productivas.

Haciendo el papel de minotauro, tal como lo denunció el exministro Varoufakis en su libro El minotauro global. Trump necesita para hacer el viraje en términos de traer viejas industrias al territorio “patrio”, para avanzar en “desmantelar” el capitalismo salvaje en términos de la obtención de ganancia a costas de lo que sea.

Pero ya ha visto que esta medida no será suficiente, luego tiene que darle empleo y justificación al incremento del presupuesto de defensa nacional con el que animará las ramas de la industria que proveen la máquina de guerra estadounidense que requiere nuevos escenarios de guerra, y el primero escogido es Siria, que permitirá sellar el proceso de la independencia palestina, que es probable que sea el siguiente episodio. Luego que Israel recibiera un “tatequieto” en la ONU, con la abstención estadounidense que fue la inusitada despedida de Obama, al final de su segunda presidencia, quien fracasó en el intento de lograr la paz en el Medio Oriente.

Siria y Colombia hermanas lejanas

Seguiremos atentos al curso de esta acción que puede desencadenar la guerra en el Medio Oriente, aunque no parece todavía que se esté dispuesto a acompañar semejante locura, en beneficio del Trump, tahur, especulador y gangster, de la peor ralea, amparado por la legalidad capitalista de lo cual se ha jactado antes de llegar a convertirse en presidente.

Es el fruto amargo de las inconsecuencias de la jerarquía política y económica de los demócratas que le dieron oportunidad de hacerlo presidente, con tal de impedir un posible triunfo de un outsider, el social-demócrata Bernie Sanders.

Ahora se cosechan las consecuencias de tal yerro, dentro y fuera de los Estados Unidos, con el “canto de sirena” de la seguridad nacional como trompo de poner. Lo que derramará más sangre en Siria que ya contabiliza para la tanatopolítica más de 300.000 víctimas, alcanzando la cuota que en Colombia produjo la primera gran Violencia partidista del siglo XX.

Siria se parece cada vez más a Colombia, y por eso asombra la aceptación que el presidente Santos dio al ataque punitivo e inconsulto lanzado contra el territorio sirio. Pero no es de extrañarse porque algo similar autorizó, cuando atacó el territorio de Sucumbió, en la república del Ecuador.

Post verdad, ¡no! ¿Hacia dónde marcha Colombia?

4:09:00 p.m. Add Comment

Un día antes de la marcha convocada por la reacción, sectores de la izquierda y demócratas invitan a hacer con un ejercicio de memoria, recreando la ruta de la contra marcha de la dignidad, que arrancará de las instalaciones de Odebrecht, luego hará una estación en Reficar, para luego unirse con el gremio de los chatarreros que orientan Tomás y Jerónimo, visitar enseguida las casas de Teodolindo y Yidis.

Por: Miguel Angel Herrera Zgaib / Semanario Caja de Herramientas

“Los abogados venimos de los sofistas…Yo le tengo susto del malo a Juan Manuel Santos”. Álvaro Uribe Vélez, entrevista con Vicky Dávila en la W Radio, 31/03/17. 
¿Qué nos espera?, ¿para dónde va el país?, ¿en quién confiar? Son las preguntas cargadas de incertidumbre, que yo también me hago. Plinio A Mendoza, ET, 31/03/17, p. 17

A menos de un día de la marcha convocada para el 1º de abril, Álvaro Uribe Vélez y el partido que creó con su grupo de amigos y valederos, el Centro Democrático, la periodista sancionada y censurada por RCN, Vicky Dávila, logró tenerlo en su horario del mediodía. Por una hora y media estuvieron conversando sobre asuntos importantes mezclados con trivia, para bajarle un poco al potaje que iban a “cocinar” a la hora de este almuerzo especial. 

Uribe acudió en crocs a la cita, y como lo dijo, al final, a punto de irse para Rionegro, para promover su marcha con el pretexto de muchas cosas, pero, principalmente, contra el segundo gobierno de Juan Manuel, y contra la dictadura de Venezuela, porque ésta es el futuro presentificado de Colombia. Es lo que repiten Álvaro y sus partidarios. Es el slogan que le dan como “a violín prestado”. 

En Facebook, esta entrevista alcanzó 9000 visualizaciones por minuto. Superó la atención que los oyentes/videntes ofrecieron a Gustavo Petro, cuando las encuestas lo pusieron en segundo lugar de aspirantes a la presidencia en el año 2018. 

A quemarropa, Vicky, le preguntó por Popeye el sicario, quien convoca para el sábado. Uribe respondió que nadie puede impedirle que se manifieste dentro de las leyes. No es lo mismo, si lo comparado con las Farc, que se oponen a la manifestación, y son unos delincuentes que no pagarán ni un día de cárcel. El gatillero de Escobar, en cambio, pagó más de 20 años en la cárcel por sus delitos. 

El quehacer de un político sofista

Vicky le pregunta también al expresidente por la reelección, y el fracaso de la segunda. Contesta que la sentencia la acoge, y la respeta; pero, para el sentimiento retroactivo, dice, “yo estaría feliz si Colombia fuera bien”. Más aún, no descarta ser vicepresidente, pero, teme, lo que diría la justicia electoral y constitucional, porque un vicepresidente podría llegar a ser presidente, y ya fue suprimido el articulito que lo hizo tristemente famoso, tanto a él como a su antecesor, que no rehusó a usarlo, por “amor a la causa de la paz”. 

Uribe recuerda que Santos había dicho que de perder el plebiscito, renunciaría. Pero no lo hizo. Es un mentiroso. En consecuencia, tendría que dejar la presidencia. Pero, guarda silencio del cohecho que hizo posible reelegirlo. Pero con respecto al exministro Diego Palacio, sentenciado por participar junto con Sabas Pretelt, insiste en que lo ha defendido. 

Con respecto a la revisión de su caso ante la JEP, comenta, que los dos hablaron. Diego está en su derecho de defenderse, no tuvo segunda instancia enfrentado a una Corte adversa, cuando Yidis se auto incriminó. 

En el caso Odebrecht, con la sindicación del viceministro Daniel García, Uribe comenta que conversaron y ya le advirtió que no fuera a mentir. Eso sí, no lo nombró por clientelismo, que jamás ha practicado. García era un egresado de los Andes, y con posgrado en la Universidad Mason. Además, el ex Uribe insiste siempre que no es un corrupto, y que jamás se ha apoderado de dineros públicos. 

El caso del excandidato a la presidencia, Oscar Iván Zuluaga, lo contrastó con la conducta de Santos, frente al affair Odebrecht. Oscar, dice, se hizo a un lado en la campaña; está a la espera del pronunciamiento de la Fiscalía, y preocupado por el hijo, David, quien nada tuvo que ver con Duda Mendoca, y los pagos. Pero, que si Oscar lo hubiera consultado le habría dicho que no lo contratara, porque había trabajado para la campaña de Santos. 

La política del “amor” en Uribe y Petro

Ahora bien, Uribe insiste en que el practica el amor en la política, que no odia a Santos, ni a nadie; y sigue tomando las gotitas de siempre, casi nunca toma, pero extraña el aguardiente. Nunca fumó marihuana, y está preocupado por el crecimiento de los cultivos ilícitos. Ahora está recuperándose, pero recibió en la casa a más de 1200 personas entre líderes y gentes del común, y vive sorprendido de su ingenio y gracejo para recibir al actual estado de cosas. 

En lo del amor se parecen Petro y Uribe, porque en lo demás son almas separadas por un abismo. Según Petro, ese abismo es la corrupción. Así lo hizo saber a Vicky Dávila: yo no marcho con corruptos, incluyendo en ese grupo al principal convocante de este 1º de abril. 

Gustavo Petro, siendo congresista denunció los arreglos paramilitares en Colombia, y particularmente, en la Antioquia que gobernaba Uribe, y en cuyas acciones criminales, asesinas aparece investigado su hermano, Santiago, a quien la periodista Olga Behar, acudiendo a testimonio de un oficial de Policía, coloca como dirigente de la siniestra organización de Los 12 apóstoles. Uribe dice que éste es un dolor que lo acompaña, y que procura visitar a su hermano todas las semanas; y que no duda de su inocencia. 

En otro asunto coinciden, quien lo creyera, el potentado Uribe Vélez, dueño del Ubérrimo, y Gustavo Petro. El primero le “confesó” a Vicky que está sobregirado, mientras que Petro está desempleado y sin un peso, porque pesan sobre él una nube de embargos. El último de los cuales es resultado de la acción del contralor de Bogotá, quien es de la cuerda del candidato Germán Vargas Lleras. 

Petro advierte a Vargas, y a su funcionario de cabecera, que legal y constitucionalmente puede participar en elecciones y ser electo presidente. No hay nada que se lo impida. Otro cantar es que pueda ejercer, de resultar electo, porque primero tendrá que repetir lo que debe por sus acciones como gobernante distrital. 

Uribe no responde en términos personales a Petro, pero sí señala sus yerros como gobernante, en el manejo de Transmilenio, de lo que no se recupera aún Peñalosa, del sinnúmero de funcionarios distritales que contrató a cargo del distrito, y del modo cómo manejó los demás servicios públicos, tales como basuras y acueducto. 

Un tercero en discordia

Uribe responde sin vacilaciones que Humberto de la Calle no es el candidato de Juan Manuel, y el primer interesado tampoco dice que sí todavía. Juan Manuel es supremamente inteligente, es uno de los pocos seres que asusta al chalán que toma tinto de a caballo sin que le tiemble casi la mano.

Juampa lo engañó a la fuerza, digo yo, con el famoso cuidado de los tres huevitos. Porque el candidato de Uribe era el joven ministro Arias, hoy prófugo de la justicia colombiana. Después que Santos sostenía en el pasado, que no había tratado de extradición con Estados Unidos, Arias está pedido por la Fiscalía colombiana. 

Uribe no tiene duda que su candidato es Germán Vargas Lleras. Por esa razón, están buscando a otro candidato, con una coalición. A un político tan avezado no lo “capan” dos veces. Así, la especulación es amplia, empezando por fijar la mirada en el nuevo aparente Uribito, Iván Duque, quien aparece “untado” a medias en el caso Odebrecht, Holmes Trujillo, Oscar, quien aún revolotea con pocas esperanzas, y la senadora de la Costa. 

Según Uribe, él ya no aspira a compartir el solio de Bolívar, pero sí quiere contribuir a promover líderes jóvenes, menores de 35 años, recordando así a dos expresidentes liberales, Alfonso López padre, y a César Gaviria. Así recuerda que lo hizo, nombrando a 7 ministros menores de 35 años, incluidas dos mujeres. Uno de estos jóvenes especiales fue Andrés Felipe Arias, y la niña Mencha, quien tuvo que salir de su ministerio, y ahora trabaja con el alcalde Peñalosa. 

Otro cantar entre el posconflicto y la elección

“…mientras Uribe ataca a Santos por enésima vez: sin volumen, como una foto que se mueve, Uribe no es sino un ceño que se quedó fruncido y unas muecas sin paz”. Ricardo Silva, Democracia, ET, 31/03/17, p. 16.

Entre el 2000 y el 2015, nuestro país había recibido unos 10 billones de dólares en asistencia norteamericana. Esta sería la suma que, cada 29 días, los Estados Unidos gastaron en Irak y Afganistán entre 2001 y 2014 (…) Con razón, pues, Dan Restrepo y sus colegas destacan los “excelentes retornos de la inversión” norteamericana en el Plan Colombia. Eduardo Posada Carbó, Una voz de alerta, ET, 31/03/17, p. 17. 

“Pedimos disculpas, de ninguna manera estamos satisfechos con la operación del sistema y debemos mejorar”. Enrique Peñalosa, declaración del martes 28/03/17.

Un día antes de la marcha convocada por la reacción, sectores de la izquierda y demócratas invitan a hacer con un ejercicio de memoria, recreando la ruta de la contra marcha de la dignidad, que arrancará de las instalaciones de Odebrecht, luego hará una estación en Reficar, para luego unirse con el gremio de los chatarreros que orientan Tomás y Jerónimo, visitar enseguida las casas de Teodolindo y Yidis. 

Para luego hacer un paso de reconocimiento a los pobres campesinos beneficiarios de Agro Ingreso Seguro, para cerrar con un encuentro especial con los destacados e impolutos integrantes de las Convivir, creadas y recreadas a instancias del expresidente Santos, por su ministro y gobernador estrellas, Fernando Botero y Álvaro Uribe Vélez. 

Estos convocantes proponen que se vistan con camiseta negra y no olviden blandir la guadaña, en señal de rendirle culto a la tanatopolítica, y a quienes insisten en hacer de Colombia un campo de Marte per secula seculorum, porque, eso sí, son devotísimos católico, y cuando no, cristianos de pura cepa, porque tienen presentico en su recuerdo a Monseñor Miguel Ángel Builes, y a Alfonso López Trujillo. 

Ahora que ya se sabe que el papa Bergoglio visitará la tierra colombiana, llevando la contraria a don Álvaro, a Mons. Alejandro, excelsos practicantes de la caridad cristiana, quienes quieren a toda costa, anticipar la semana mayor, después de la post verdad del plebiscito. Porque dicen, que los que son caballeros del “santo sepulcro” repiten. 

Pero, en la realidad, las luchas de los subalternos, en los días previos al 1º de abril, de diferentes formas han recordado otra ruta para darle tratamiento a la implementación del posconflicto que exige una paz democrática, que ajuste cuentas con severidad frente a los defensores de la paz reaccionaria, quienes desfilarán este 1º de abril, para insistir en la paz de los sepulcros; contra las inconsecuencias y la corrupción de los defensores de la paz neoliberal, que proyectan la trilogía Santos, Vargas Lleras y Naranjo, quien hace el puente de la sucesión entre uno y otro. 

Con la divisa de la seguridad, pareciera, a la vista de todos, que retrocediéramos a los tiempos de la cruz y de la espada, que hicieron tristemente célebres las dos presidencias de Uribe; y que la seguridad hiciera a un lado la prosperidad al debe. En beneficio, claro está, de los 2000 grandes capitalistas y terratenientes, y los 18.000, cuyos patrimonios superan los 1000 millones, como lo han documentado otros estudiosos e investigadores nacionales. 

Pues, no. Primero fue la acción de Cajamarca en defensa de la soberanía popular, o del ejercicio del poder constituyente de los subalternos, quienes en número de 6.165 dijeron “NO” a la explotación minera en su municipio, donde la Anglo Gold Ashanti, tiene 19 licencias de exploración con la pretensión que estás tienen que llevarla a explotar las minas de oro, sin contemplación con las fuentes de agua, y contrariando la consulta surtida en observancia de las leyes de esta república mancillada por la corrupción y la impunidad de toda laya. 

Luego tuvimos también la reacción airada de los campesinos, afros y awá reunidos en Tumaco, y los procedentes del corregimiento de Llorente, contrarios a la erradicación de los cultivos de coca, que ya ha producido 14 heridos, en la carretera entre uno y otro lugar. Estos son reprimidos por fuerzas combinadas de la Policía Nacional, el Esmad, los carabineros y el Ejército. Tal situación ha producido la solicitud inmediata de una mesa de concertación por parte del gobernador de Nariño, Camilo Romero, quien se comunicó también con el nuevo vicepresidente, recordando a todos que se está incumpliendo el punto cuarto del Acuerdo de Paz firmado en La Habana y vigente. 

En tercer lugar, en las goteras de Bogotá, en Soacha, un municipio con una población que supera al millón de personas, el día martes se bloqueó también la Troncal del Sur, con el cierre de por lo menos 20 estaciones, que afectó en acto a más de 236.000 usuarios del Transmilenio y el Sistema Integrado de Transporte Público. Hubo el ataque y la avería de 24 buses, y rotura de vidrios en la estación Sevillana. 

La violencia en ninguno de los casos es la receta, es inexcusable, cuando afecta a las personas en primer lugar, y a los bienes de uso público. Pero es tal la ira, y la frustración de la gente que la marcha indignada recorrió 7 Kms, en un número que probablemente no supere la concentración del 1º de abril que convocan los defensores de la paz reaccionaria, que piensan que a las Farc hay que liquidarlas y someterlas a la cárcel a sus dirigentes; y que al presidente Santos hay que removerlo del gobierno, porque dizque es un cultor aventajado de los desmanes tiránicos del castro-chavismo, en cabeza de primero de Chávez, y ahora de Maduro. 

El jueves y el viernes, piquetes de estudiantes en las universidades públicas de Bogotá, la Nacional y la Pedagógica intentaron hacer demostraciones de rechazo a la subida en el transporte público para “recuperar” los desfalcos, la mala administración, y el negocio rentable de los oligopolios privados. 

La representación de un happening en la carrera 30 terminó en una confrontación campal con el Esmad, y luego en la noche con el incendio de una retroexcavadora al interior del campus, en medio de un barrizal que es terreno de una construcción mal planificada, y agravada por corresponder su ejecución a un tiempo de lluvias, y sin que se garantice el tránsito cotidiano de estudiantes, empleados y profesores con caminos improvisados que van camino de las aulas y demás instalaciones.

No es la manera de celebrar los 150 años de refundación de la U. Nacional. Es la dolorosa prueba de la desidia y la improvisación que no se merece la educación superior, y que tampoco autoriza el empleo de la violencia de parte y parte, subjetiva y objetiva cultivada por este entorno hasta la desesperación. 

Una invitación al común: A parar la violencia
y contra la impunidad del país político

Con estos cuatro escenarios, y los muchos de Colombia es tiempo de avanzar una movilización diferente, donde la alegría con firmeza, reclame la implementación de una paz democrática que marque las necesarias distancias con los otros modelos de paz que tenemos a la vista. 

Los subalternos tienen que reclamar y exigir autonomía, reclamar en la calle y en la movilización como en las urnas el respeto a sus reclamos contra el orden político, social y económico que no los satisface, y la defensa de la vida de los colombianos. Porque hoy, en las goteras de Tumaco, el uso de las armas muestra que Colombia no sepulta aún la fórmula de la excepcionalidad de hecho y de derecho. Una balacera no puede ser el mejor debut del Vicepresidente de la seguridad “democrática”.

Es y tiene que ser la gran movilización que proponemos para el 9 de abril, el día emblemático de la paz subalterna. Al unísono contra la impunidad, en defensa de la vida, el medio ambiente, contra el modelo mono extractivista, por la educación pública superior gratuita, por un transporte público eficiente y cómodo, por una vida digna para los campesinos, afro e indígenas, sin falsas promesas e incumplimientos a la promesa de igualdad social que está consagrada en la Constitución de 1991. Nos corresponde preparar la más grande movilización que recuerde Colombia, en defensa e implementación de la paz democrática, para lo cual se requiere la composición de un Frente Común de todas las fuerzas de izquierda, democráticas y de centro liberal. A parar la guerra contra los campesinos y las minorías, con la movilización ciudadana a todos los niveles.